jueves, 3 de marzo de 2016

POLÍTICA, EL ESTRES DE MUCHOS

Uno de los problemas mas grandes que padece la sociedad en el mundo entero en estos tiempos, debido a su complejidad y su reacción de división en los humanos!!





Fanatismo Político.
Cada vez que gira el mundo, parece estar más polarizado, las naciones se ven divididas por posturas políticas y por consecuente se ha vuelto muy habitual escuchar el término fanático político. Un fanático es una persona extremista que con gran ímpetu  manifiesta de la manera que crea conveniente su apego a creencias de índole religioso, culturales, o de índole política defendiendo aquellas creencias ideológicas de la manera que crea conveniente, siendo este último tipo de fanático (el fanático político)  uno de los principales problemas o dificultades con los que debe combatir la sociedad hoy en día.





El fanático político no necesariamente es alguien que saca algún tipo de provecho de su “fanatismo” hacia el partido de su elección,  más bien es alguien que se encierra y se aísla en sus propias posturas y creencias, siendo capaces de llegar al extremo de generar conflictos, guerras, masacres y hasta divisiones en el núcleo  o entorno familiar. Al fanático político en la mayoría de los casos le es difícil ver o creer que su postura esta errada, y tiene la fiel creencia de que su convicción es la correcta.

Por lo general, detrás de un fanático político hay un líder alimentando y fomentando el fanatismo de quienes le siguen, hay quienes olvidan que un político es un ser que está capacitado para “manipular” y “convencer” a quienes le escuchan, siendo capaces de jugar con los sentimientos y debilidades (demagogia) para lograr su propósito. En otras palabras un líder político es el principal ente que promueve el fanatismo, convenciendo a esos que deciden escucharlo de que su discurso y su ideología son la mejor o la más apropiada según sea el caso, mientras más seguidores logren captar hacia sus creencias, más votos tendrá por consecuente también obtendrá más apoyo y se sentirá seguro y con un poder innegable. Para conseguir esto, usa estrategias como la disputa y la deslegitimación de su oponente, usando frases previamente compuestas que tienen como finalidad responder a las necesidades de las masas.



Un fanático político siempre va a los extremos y no le gustan los puntos medios, en pocas palabras es un extremista. Puedes reconocerlos por medio de varias características: Se creen dueños de la verdad, se alteran fácilmente, se rodean de otros seres fanáticos, no miden su actuar cuando quieren defender sus creencias, discriminan y son intolerantes. Un ser que se considera fanático de una postura política no se percata de las consecuencias negativas que esto puede traer a su entorno y para su vida cotidiana.  
Un libro escrito por Amoz oz, en contra del fanatismo, nos dice que el fanatismo “es más viejo que el cristianismo, el judaísmo y que el islam y hasta más antiguo que el Estado o cualquier credo”. El fanatismo “envenena al mundo, un gen maldito para la humanidad”, nos dice Oz, creyendo que la mayoría de los “fanáticos” lo son sin sentir desprecio por los contrarios, la dificultad viene cuando terceros son quienes se alimentan del “fanático” aprovechándose de estos para lograr sus objetivos.

Idea por: Juan Carlos Arévalo



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